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¡Hola! Soy Sandra Ferrer, experta en educación canina. Toda mi vida he tenido perros; por mi corazón han pasado Cuqui, Chispa, Petardo, Amara, Jurgen, Woody… y toda mi vida he estado haciendo frente a los numerosos problemas que mis perros me estaban creando: orinarse dentro de casa (¡hasta encima del sofá!), ladrar continuamente ante cualquier ruido, destrozarme las plantas y comerse cualquier cosa (no es broma: tuve un cachorro que se comió el audífono de mi abuelo valorado en más de 2000€), escaparse de casa y hacer caso omiso a mis órdenes de que volviera, sustos de salud como un perro que tuve que casi muere por ahogamiento al engullir comida que no debía darle… hasta que conocí a Nit.
Quiero contarte la historia de Nit, porque ha sido con él con quien realmente he aprendido a saber todo sobre las necesidades reales y sobre la psicología de los perros. Soy licenciada en Pedagogía, es decir, en ciencias de la educación, y desde hace 4 años estoy enfocando todo mi trabajo en la educación canina. Adopté a Nit cuando tenía horas de vida. Su madre murió en el parto y a Nit y a sus hermanos iban a sacrificarlos. No pude negarle la vida, así que lo adopté con las posibilidades de vida tambaleándose. Lo alimenté, lo eduqué y él me educó a mí. Me enseñó cómo debía comunicarme con él y cómo entender sus necesidades. Así que dispuse de todos estos años junto a él para investigar y documentarme sobre todo lo concerniente a la educación canina, porque su vida estaba en mis manos, su educación estaba en mis manos, su alimentación, su higiene, su salud… Y todo lo que Nit me ha aportado, y todos los conocimientos que he adquirido durante todos estos años quiero ponerlos a tu disposición....leer más detalles
Quiero contarte la historia de Nit, porque ha sido con él con quien realmente he aprendido a saber todo sobre las necesidades reales y sobre la psicología de los perros. Soy licenciada en Pedagogía, es decir, en ciencias de la educación, y desde hace 4 años estoy enfocando todo mi trabajo en la educación canina. Adopté a Nit cuando tenía horas de vida. Su madre murió en el parto y a Nit y a sus hermanos iban a sacrificarlos. No pude negarle la vida, así que lo adopté con las posibilidades de vida tambaleándose. Lo alimenté, lo eduqué y él me educó a mí. Me enseñó cómo debía comunicarme con él y cómo entender sus necesidades. Así que dispuse de todos estos años junto a él para investigar y documentarme sobre todo lo concerniente a la educación canina, porque su vida estaba en mis manos, su educación estaba en mis manos, su alimentación, su higiene, su salud… Y todo lo que Nit me ha aportado, y todos los conocimientos que he adquirido durante todos estos años quiero ponerlos a tu disposición....leer más detalles
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